Alicante en avioneta, «la Terreta» a vista de pájaro

El pasado 20 de Marzo de 2017 pude hacer realidad un sueño largamente anhelado: sobrevolar las montañas de Alicante a bordo de un ultraligero. En la entrada de hoy, te cuento cómo fue la experiencia. Sube y abróchate el cinturón… Despegamos!!

Empezamos esta entrada con un video time-lapse que resume el recorrido de nuestro vuelo en ultraligero, de algo más de 1 hora de duración, en apenas 3 minutos…

Volar en ultraligero en Alicante

20 de Marzo de 2017. Luce el Sol, viento en calma. Después de comer, me dirijo hacia Alcocer de Planes, donde me voy a encontrar con Santiago Reig, instructor jefe de la Escuela de Pilotos la Montaña. Antes de despegar, le comento mis ideas para el recorrido, y ultimamos los detalles. Colocamos mi GoPro en el ala izquierda del ultraligero para el posterior montaje del video time-lapse que acabas de ver.

Llega el momento. Me subo a la cabina, armado con mis dos DSLR Nikon: una con teleobjetivo y la otra con zoom estándar. Estoy algo nervioso, pero menos de lo que esperaba. Santiago coloca la avioneta en pista, lista para el despegue. Últimas comprobaciones y… despegamos!!! Quedo sorprendido por la suavidad de la maniobra. Flotamos en el aire. Nos deslizamos sobre el Embalse de Beniarrés y ponemos rumbo a la Serrella, pasando por encima de Millena. Esto es mágico, ya estoy disfrutando a tope, y acabamos de empezar!!

Enseguida llegamos a la Serrella, y comenzamos a volar en paralelo a ella, saludando de cerca a Els Frares. Todo pasa muy deprisa a 160 km/h. Cuando me quiero dar cuenta, estamos poniendo rumbo a Vall de Laguar, con la intención de fotografiar el Barranc de l’Infern. Pero el sol está ya muy bajo, y las sombras se extienden, cubriendo el paisaje. Nos dirigimos pues hacia Bèrnia, uno de mis principales objetivos de hoy. Al fondo se yergue majestuoso el Puig Campana, sobresaliendo de entre un mar de montañas…

Vamos directos hacia las Sierras del Ferrer y Bèrnia, pasando por encima de Parcent, en la Vall de Pop.

Mientras bordeamos Bèrnia por su cara norte, sobre su cresta aparecen Altea, la Serra Gelada y la Bahía del Albir. El día, aunque apacible, está bastante brumoso, pero no empaña lo fantástico de esta experiencia.

Recorremos Bèrnia hasta llegar al Mascarat y Morro de Toix, con Ifach a tiro de piedra. Tras una maniobra en busca del ángulo más apropiado, volamos ahora en paralelo a la cara sur de la estilizada cresta, seguramente la más bella de Alicante. Desde aquí arriba se hace todavía más patente el asedio de las urbanizaciones, que se van encaramando a la sierra como un cáncer que se extiende sin control.

Y llegamos al final de la cresta de Bèrnia. Al fondo, entre la bruma, aparece el «Vell Montgó». La mala visibilidad no nos permite ver la silueta de Ibiza en el horizonte. Vamos bien de tiempo, así que para mi satisfacción, decidimos poner rumbo al Puig Campana. Bien!!

El ultraligero me permite algo de lo que nunca me creí capaz: mirar cara a cara, a los ojos, al gigante. Lo saludo amablemente y con humildad. Hola Puig Campana!!

Vamos bordeando la colosal montaña por el oeste, lo cual nos permite disfrutar del juego de luces y sombras en sus espolones rocosos. Al fondo, teñidas de rojos, se distinguen Bèrnia, Ferrer y Montgó, entre otras. Sin duda el vuelo está resultando una experiencia fantástica!

Nos adentramos ahora en la cara norte del Puig, volando a escasos metros sobre su cima. Casi puedo tocarla! Allá abajo, y por detrás del Tajo de Roldán, aparecen Benidorm y Sierra Helada…

Hemos apurado la luz al máximo. Es momento de regresar. Lo hacemos pasando por encima del Penyó Mulero de Aitana, a lo largo de la Vall de Guadalest, y junto a Serrella y Almudaina. Aterrizamos, con la misma suavidad que iniciamos este recorrido sobrevolando las montañas más significativas de la provincia. Estoy maravillado, gracias Santi!! Sin duda repetiré más adelante.

A los lectores, gracias por estar ahí una vez más, espero que hayáis disfrutado con el post, hasta la próxima!