El verdadero Paso del Gato, Sierra de Orihuela

La ruta propuesta es un recorrido circular que asciende a la Cruz de la Muela por su vertiente suroeste, siguiendo un «camino» que obliga a superar una serie de trepadas continuadas de grado II/III.

El recorrido se inicia junto al Cementerio Nuestro Padre Jesús y el Polígono Industrial del Rincón de la Bonanza, a las afueras de Orihuela. Una primera parte por senda, en paralelo al Barranco de los Calderones, nos conduce al pie de los enormes paredones que flanquean la Cruz de la Muela por su vertiente sur.

A la altura de una gran oquedad en la roca hemo de abandonar la senda y comenzar las trepadas por terreno rocoso, las cuales se prolongan de forma continuada durante unos 300 metros (lineales), hasta llegar al Paso del Gato.

En mi opinión, este ascenso constituye uno de los senderos de este tipo —no siendo vía ferrata ni vía de escalada, sino simplemente «paso montañero»— más desafiantes de la provincia de Alicante. La subida requiere estar atentos a las escasas marcas de pintura gris y a los indicios de camino para no perder la trazada. En general la roca es muy rugosa y tiene buena consistencia y adherencia.

Una vez superado el Paso del Gato, afrontamos un breve tramo por senda y nuevamente un sector de trepadas, aunque mucho más sencillas, señalizado con marcas de pintura verde.

Descenso y Regreso

Para regresar, realizamos parte de la travesía de la sierra por el PR-CV 59, en dirección Oeste, hacia la Leja Millamón, pasando bajo Las Cuerdas Largas para posteriormente emprender el descenso por la variante de La Rana.

Una primera parte de bajada por senda con mucha pendiente nos llevará hasta Los Agujeros, dos aberturas en la roca —la primera de ellas, excavada artificialmente— que nos permiten seguir descendiendo.

En este punto debemos superar dos destrepes en roca muy resbaladiza, antes de seguir bajando por una zona rocosa y bastante vertical. Finalmente llegamos a una senda convencional que nos devuelve al punto de inicio.

Esta es una ruta corta pero de dificultad alta por el terreno vertical que hay que superar en diferentes zonas, tanto a la subida como a la bajada.

El Paso del Gato

El Paso del Gato lo encontramos en la culminación de la primera zona de trepadas, la más exigente.

Se trata de un pequeño pero vertiginoso «salto de fe» que permite superar esa fisura, con caídas a ambos lados. Existe una alternativa, la que seguimos nosotros, que consiste en utilizar un cable de acero, a modo de vía ferrata, que salva el paso por su parte inferior. En realidad se podría decir que es más difícil pero menos vertiginoso, gracias a la seguridad que aporta el cable.