La Malladeta, el santuario íbero de La Vila Joiosa

La Malladeta, a las afueras de La Vila Joiosa, es un pequeño cerro con fantásticas vistas al mar. Hace 2400 años, este estratégico lugar fue escogido por los íberos para levantar aquí un templo en honor a su Diosa Madre. El emplazamiento no fue elegido al azar, sino que responde a unas poderosas razones, las cuales descubrirás en este artículo.

La sencilla ruta de hoy, un paseo asequible para toda la familia, nos permite visitar este paraje repleto de historia y leyendas. Y es que un afamado psiquiatra del que se dice perteneció a la masonería construyó aquí su estudio privado a finales del siglo XIX.

¿Me acompañas a conocer La Malladeta? ¡Quédate hasta el final!

Descripción de la Ruta

Si llegamos a La Vila Joiosa desde el sur, por la antigua carretera N-332, nada más pasar junto a la Platja del Paradís (que hace honor a su nombre), nos damos de bruces con una pequeña loma custodiada por un enigmático torreón.

No se trata de una torre vigía medieval, como la de Cala del Xarco o la Torre del Aguiló, sino de una recreación que data del siglo XIX y que ha sido fuente de muchas leyendas. Pues bien, esta torre y un santuario íbero junto a ella será el punto culminante de nuestra sencilla excursión en La Malladeta.

La ruta es apenas un paseo, apto para toda la familia, que comienza a espaldas de la mencionada loma. Se trata de un recorrido de apenas 600 metros (ida y vuelta) que comienza en la Avenida Marina Baixa. Tras un suave ascenso y pasar junto a las ruinas de Villa Giacomina, llegamos hasta el santuario íbero, la torre y el mirador de la Malladeta.

La zona cuenta con paneles explicativos que incorporan ayudas visuales como esquemas y lectura fácil, lo que los hace muy accesibles para personas de cualquier edad o condición; una excelente iniciativa del Vila Museu, el museo local, que recomiendo visitar para complementar esta excursión.

FICHA DE LA RUTA

El santuario íbero de La Malladeta

Hace unos 2.400 años, en el siglo IV a. C., los íberos construyeron aquí un templo dedicado a la Diosa Madre (la diosa Tanit de la mitología cartaginesa, adorada también en Egipto e Hispania). Como podemos ver en el panel explicativo in situ, el templo constaba de dos sectores y varias dependencias.

Al igual que sucede en muchos templos íberos, su ubicación había sido estudiada minuciosamente: desde aquí era posible observar la salida del sol, el astro rey, junto a la silueta de la cercana Isla de Benidorm. Este fenómeno de «alineación solar» se puede observar desde el emplazamiento del santuario en fechas muy concretas: los Equinoccios de primavera y otoño.

De este modo, las ofrendas que se hacían en el templo servían para celebrar el comienzo del año agrícola y pedir a la Diosa Madre un buen rendimiento de los cultivos, algo vital para la supervivencia de la población.

De nuevo, te invito a visitar el Vila Museu, donde se exhiben varias piezas encontradas en este yacimiento.

Villa Giacomina

Al comienzo de nuestro paseo por la Malladeta vamos a ver las ruinas de una gran mansión de estilo muy peculiar. Se trata de la antigua Villa Giacomina, construida por el médico Alfonso Esquerdo hacia 1910. Su familia vivió en ella hasta 1922.

Es una construcción de tipo historicista que imita estilos medievales muy diferentes: gótico cristiano y árabe. Además contaba con la Estrella de David en su ventana, un símbolo hebreo. Esta mezcla de 3 religiones es típica de la masonería.

En cuanto a la Torre de la Malladeta, es algo anterior a Villa Giacomina, y data de finales del siglo XIX. Fue construida como estudio privado por el afamado psiquiatra y jefe del Partido Republicano José María Esquerdo (era tío de Alfonso Esquerdo).

Teoría sobre el topónimo Malladeta

Esta es una teoría personal. En el litoral norte de La Vila Joiosa encontramos la colada de la costa o sendero de la costa, una antigua vía pecuaria. Además, se tiene constancia de que durante el invierno los antiguos pastores trashumantes se desplazaban desde el interior de la provincia hacia la costa, en busca de nuevos pastos y un clima más templados. Por otra parte, una mallada (en castellano, majada) es un lugar donde se resguardan rebaño y pastor por la noche. Así pues, podemos llegar a la suposición de que el nombre Malladeta (pequeña mallada) se debería a que aquí se refugiaban los pastores durante el tiempo que pasaban en La Vila.

En la zona se observan restos de márgenes de piedra en seco de antiguos bancales, lo que demuestra que en esta zona había cultivos, que probablemente aprovechaban la humedad aportada por la brisa marina.

En la actualidad, el paraje de La Malladeta es una de las pocas zonas litorales que se han salvado del feroz urbanismo típico de la región. Ojalá se tomen medidas para proteger este paraje, blindándolo de ser urbanizado en un futuro.

A continuación, comparto contigo un vídeo de Óscar Barba con imágenes aéreas de drone de La Malladeta.