Para comenzar este artículo sobre la Cova de l’Aigua del Montgó te propongo un viaje mental al pasado. Cierra los ojos e imagina que eres una antigua pobladora de la cultura íbera en tierras de Contestania…. Seguimos:
Visualiza, por un momento, que has ascendido hasta una pequeña cueva que se halla oculta en las imponentes paredes del Montgó. Has venido con la intención de participar en un ritual sagrado de fertilidad. El camino a la cueva es difícil y peligroso, pero el esfuerzo merece la pena a fin de poder disfrutar de un templo de la naturaleza como este. Una vez en la entrada de la cueva, te detienes para admirar las increíbles vistas que ofrecen este balcón natural. La panorámica alcanza hasta la ciudad de Sicana, a más de una jornada de distancia. También se albira la isla de Ibosim, ese floreciente puerto comercial de la cultura fenicia.
Mientras estás absorta en tus pensamientos, uno de tus compañeros te saca de tu limbo: es hora de comenzar el ritual.
Muchos siglos después, hoy vamos a visitar el emplazamiento donde aquellos ancestrales rituales tenían lugar. Demasiado ha cambiado la panorámica que se contempla desde la Cova de l’Aigua del Montgó en estos largos años pero, si nos permitimos abstraernos por un momento de los ajetreos de la vida moderna, todavía es posible sentir en nuestro ser la especial energía de este lugar sagrado de la naturaleza.
En este artículo te cuento la historia y las características de este lugar, además de la ruta para llegar a la Cova de l’Aigua. ¡Gracias por respetar y ayudar a conservar este gran tesoro natural y patrimonial!
La Cova de l’Aigua del Montgó
Situada en el extremo norte de la provincia de Alicante, Dénia se distingue como un destino de extraordinaria belleza y riqueza cultural. Esta encantadora ciudad, capital de la comarca de la Marina Alta, es una perla de la Costa Blanca que brilla con luz propia. Con sus playas doradas acariciadas por el Mediterráneo y su gastronomía declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, Dénia también se enorgullece de su herencia histórica y natural. Y es aquí, bajo la sombra protectora del imponente Montgó, donde encontramos uno de los yacimientos arqueológicos más preciados de la región: la Cova de l’Aigua.
Situada en las alturas del Parque Natural del Montgó, la Cova de l’Aigua no es solo un santuario de la naturaleza, sino también una guardiana de historias antiguas. Es un lugar donde el pasado y el presente se entrelazan entre estalactitas y rocas milenarias, y donde el visitante puede escuchar los ecos de civilizaciones pasadas que una vez encontraron refugio y sacralidad en sus oscuros recovecos. Este es el escenario que prepara el camino hacia la aventura y el descubrimiento en Denia, una ciudad que ofrece mucho más que sol y playa: un viaje a través del tiempo.
Ubicación e Historia de la Cova de l’Aigua
Situada a unos 350 metros de altura sobre el cercano Mediterráneo, la Cova de l’Aigua se presenta como un balcón natural desde donde se puede observar la ciudad de Dénia y sus en exceso colonizadoras urbanizaciones, con el profundo azul del océano como telón de fondo. Pero su valor va más allá de las vistas panorámicas: la cueva es un libro abierto a la historia. En su interior, se puede observar una inscripción en latín que evidencia la presencia romana, datando del año 238 d.C., testimonio de su uso otero y lugar de refugio.
Sin embargo, el legado de la Cova de l’Aigua se remonta incluso a tiempos más arcaicos. Fue un santuario para los íberos, como lo atestiguan los restos de cerámica y las ofrendas encontradas allí. Estos vestigios arqueológicos son una prueba muda del significado espiritual y práctico que tenía la cueva para aquellas antiguas civilizaciones.
Manantial de Agua y Aljibe
Dentro de la historia que resguarda la Cova de l’Aigua, hay un elemento que le otorga no solo su nombre sino también una parte esencial de su significado histórico: un manantial natural. Este nacimiento de agua dentro de la cueva ha jugado un rol central a lo largo de los siglos. No solo proporcionó un recurso vital para las poblaciones antiguas que la frecuentaban, sino que también fue el motivo por el cual, en el siglo XVI, se construyó un aljibe en su interior.
Este ingenioso sistema de almacenamiento permitió a los habitantes de la zona recolectar y conservar el agua dulce, un bien escaso y precioso, para su uso a voluntad. La funcionalidad y la ingeniería detrás de este aljibe son testimonios de la importancia del agua en la región y de la habilidad de las personas de aquel tiempo para gestionar sus recursos naturales de manera sostenible.
La geología de la cueva también es notable. Formada por la disolución de rocas calizas debido a la acción del agua a lo largo de millones de años, la Cova de l’Aigua. Aunque sus formaciones son muy modestas y apenas visibles, nos hablan de un fascinante pasado geológico. Las filtraciones de agua han creado un ambiente húmedo y fresco en su interior, lo que ha permitido que estalactitas y estalagmitas se formen y crezcan lentamente en una danza eterna de mineralización.
Ruta a la Cova de l’Aigua
Ruta 3 del Parque Natural del Montgó. Circular. Distancia 5,5 km y 400 m. de desnivel. Dificultad Media.
Para los amantes de la naturaleza y la aventura, llegar a la Cova de l’Aigua es en sí una experiencia enriquecedora. La ruta que lleva a la cueva está marcada como una de las rutas oficiales del Parque Natural del Montgó. Como otras rutas en la vertiente norte del Montgó, el itinerario comienza junto a la Ermita del Pare Pere, en las faldas de la montaña. La primera parte es un suave ascenso por el serpenteante Camí de la Colonia hasta que, llegados a cierta altura, tomamos un desvío por senda que asciende de forma más pronunciada hasta alcanzar la entrada de la cavidad.
Durante el trayecto, los caminantes son testigos de la rica diversidad de la flora del Montgó —más de 650 especies catalogadas, algunas endémicas—, así como de formaciones geológicas que preparan el terreno para lo que encontrarán en la cueva. La ruta no solo es un ejercicio físico: es una clase de historia natural al aire libre, donde cada paso acerca más al visitante a comprender la importancia de la conservación de estos espacios naturales.
Para llegar a la Cova de l’Aigua, es posible realizar un recorrido de ida y vuelta (más sencillo) o bien una ruta circular que conduce también al Racó del Bou (ruta más atractiva pero más exigente). Puedes guiarte por este track de Costa Blanca. Más información en la web oficial del parque.
Turismo sostenible y Educación
La Cova de l’Aigua no es solo un destino para espeleólogos y curiosos de la historia; es también un aula viva para la educación ambiental y el turismo sostenible. El parque natural realiza periódicamente actividades guiadas que no solo explican la importancia geológica y arqueológica de la cueva, sino que también promueven la conciencia sobre la necesidad de proteger estos tesoros naturales. Las autoridades locales y los guías turísticos están comprometidos en brindar una experiencia que es tan educativa como emocionante.
Como puedes ver, la Cova de l’Aigua es un microcosmos donde la historia, la geología y la belleza natural se encuentran. Es un recordatorio de la conexión humana con la tierra y un ejemplo de cómo la naturaleza y el tiempo moldean santuarios que trascienden las eras. Las actividades turísticas y educativas en torno a ella han logrado un equilibrio delicado entre la divulgación de su legado y la preservación de su esencia, permitiendo que este monumento natural continúe inspirando asombro y respeto en el corazón de Denia.
Cova de l’Aigua, gracias por preservar este lugar
Los visitantes que llegan hasta la Cova de l’Aigua se llevan más que fotografías; se llevan una comprensión más profunda de la fragilidad y la fortaleza del mundo natural, así como del papel que han jugado los seres humanos a lo largo de la historia en estos enclaves naturales. Este lugar invita a la reflexión sobre nuestro pasado y nuestro futuro, y es un claro llamado a la acción para garantizar que las generaciones venideras puedan disfrutar y aprender de estos tesoros de nuestro patrimonio tanto como nosotros lo hacemos hoy.
Al final de la jornada, mientras el sol se pone tiñendo de colores cálidos las cimas de Montgó y el murmullo del mar acompaña en la lejanía, la Cova de l’Aigua permanece allí, silenciosa y majestuosa, custodiando los secretos de la historia y esperando que los caminantes del mañana continúen descubriendo las maravillas que esconde en su corazón de piedra.
Dénia no solo es un punto en el mapa, sino un lugar donde el legado natural y cultural de la humanidad sigue vivo, palpable en cada gota de agua que resuena en la oscuridad de la cueva, en cada historia tallada en sus paredes y en cada paso que nos lleva a través de sus caminos ancestrales.
