El Castillo de Castalla es una imponente fortificación situada en la villa del mismo nombre, coronando un estratégico cerro que domina visualmente la Foia de Castalla, una subcomarca del interior de Alicante que incluye a otras poblaciones como Onil, Ibi y Tibi.
Desde la época andalusí hasta la Edad Media, la existencia de esta fortaleza ha constituido el símbolo de poder de este fértil valle, una antigua tierra de cultivo rodeada de emblemáticas montañas como la Serra del Maigmó, el Despenyador o la Penya Migjorn.
El itinerario que aquí comenzamos te descubrirá esta magnífica fortaleza, su historia y acontecimientos más destacados, así como sus principales edificaciones, las cuales podrás conocer durante visita. ¿Nos acompañas a descubrir este valioso legado cultural de la Comunitat Valenciana? ¡Vamos a descubrir el Castillo de Castalla!
Historia del Castillo de Castalla
La estratégica situación del cerro del Castillo de Castalla ha favorecido su ocupación por diversos pueblos que dejaron testimonio de su paso a lo largo del tiempo. Gentes de la prehistoria, íberos, romanos, musulmanes y cristianos han habitado esta tierra desde hace más de 4.000 años.
El espacio fue ocupado en la Edad del Bronce (II milenio a. n. e.) y en las épocas ibéricas y romana (siglos II a. n. e. – V n. e). De estos periodos se han conservado numerosos restos cerámicos, entre los que destaca un fragmento decorado del siglo II a. n. e.. con la representación de un posible guerrero íbero.
Época andalusí y almohade
Gracias a algunos restos de cerámica encontrados, se sabe de la existencia de un poblado en altura durante el siglo X, establecido en el cerro del castillo. Tiempo después, a finales del primer tercio del siglo XI, el poblado se consolida y se planifica el hisn de Castalla, dependiente de la Taifa de Dénia, produciéndose una evolución de poblado a castillo, el cual administraba los territorios circundantes y en cuyo interior se refugiaba la población.
En la fase almohade o de las segundas taifas —entre el siglo XII y la llegada de Jaume I— se modifican y construyen nuevos elementos del castillo como, probablemente la muralla este y las zonas interiores de la fortaleza. Los restos arquitectónicos más antiguos del Castillo pertenecen precisamente a este periodo.
Las modificaciones que tienen lugar en este periodo, habría que relacionarlas con el encastillamiento de la población campesina al tener conocimiento de la toma cristiana de la ciudad de Valencia en el año 1238.
De hişn a fortaleza cristiana
A finales del año 1244 el Castillo de Castalla fue tomado de forma pacífica por el último gobernador almohade de Valencia, sayyid Abu Zayd, vasallo por entonces del monarca Jaume I, junto con grupo de caballeros aragoneses. Este hecho que se produjo durante el asedio de Biar.
Este acontecimiento marcó el inicio de la incorporación de (al-)qastal-la —Castalla— a la Corona de Aragón, siendo el detonante de la transformación del hişn a castillo cristiano bajo auspicio real.
El 5 de mayo de 1287, ante la necesidad de consolidar una población estable en el Castillo, el entonces monarca Alfonso III concedió la carta de poblamiento de Castalla a fuero de Valencia para asentar este puesto de frontera, con el reparto y asignación de terrenos de construcción, para las casas de cien colonos, en el interior de la albacara.
Castalla perteneció como villa de realengo de la Corona de Aragón hasta 1362, momento en el que los reyes Pedro I de Castilla y Pedro el Ceremonioso se van a enfrentar por las tierras fronterizas entre sus reinos.
Fase cristiana, Edad Media y Moderna
En el siglo XIV tuvo lugar un cruento enfrentamiento entre las Coronas de Castilla y Aragón en la llamada Guerra de los dos Pedros (1356-1369), donde cobró protagonismo la fortaleza de Castalla, dado su valor estratégico por la proximidad a la frontera entre los dos reinos.
Tiempo atrás, Jaime I de Aragón y el infante castellano don Alfonso, futuro Alfonso X el Sabio, habían establecido, en el Tratado de Almizra (1244), la línea de frontera al sur de las poblaciones de Xixona, Tibi, Castalla y Biar; lo que representa, todavía hoy, el linde lingüístico de la provincia de Alicante.
Castalla, villa de realengo, pertenecía a la Corona Aragón cuando en el siglo XIV, en el contexto bélico de la «Guerra de los dos Pedros», los reyes Pedro I de Castilla, apodado «El Cruel», y Pedro IV de Aragón, llamado «el Ceremonioso», se enfrentaron por las tierras fronterizas entre sus reinos.
En aquel tiempo, el Castillo se hallaba en deficiente estado y ante las dificultades para asegurar su defensa ante las incursiones castellanas, el monarca Pedro el Ceremonioso determina cederlo en feudo a su alcaide, Ramón de Vilanova i Lladró, señor de la Baronía de Castalla, integrada por Castalla, Onil y Tibi, el 20 de septiembre de 1362.
Ramón de Vilanova i Lladró asumía así la protección, rehabilitación y adecuación de la fortaleza, que en aquellos momentos presentaba un deterioro considerable. Esto supuso una serie de transformaciones desde mediados del siglo XIV y a lo largo del siglo XV que modificarían la fisonomía del Castillo. Del correspondiente periodo son las modificaciones, bajo perspectivas estilísticas góticas, en las murallas y el área de acceso, así como las construcciones del Palau (palacio) y la adecuación del Patio de Armas.
El comienzo de las hostilidades se inicia por el deseo de Pedro I de recuperar esas tierras meridionales del Reino de Valencia. La solución defensiva que adoptó Pedro el Ceremonioso se basó en asegurar los castillos de su frontera, lo que equivalía a proteger prácticamente el reino entero.
La Corona de Aragón fue el bando finalmente vencedor, tras la muerte de Pedro I en 1369.
A finales del siglo XV la actividad defensiva se desvió hacia las zonas costeras por la política de los Austrias reinantes, lo que supuso el abandono de las fortalezas de interior que sucumbieron al desmantelamiento y al abandono, como es el caso del Castillo de Castalla.
En el siglo XVIII, tras largos pleitos contra sus señores, Castalla volvió a manos de la Corona (1730), aunque se mantuvo en posesión del Marqués de dos Aguas hasta 1988.
Restauración del Castillo de Castalla
El Castillo, Bien de Interés Cultural (BIC), se hallaba totalmente devastado cuando fue adquirido, en el año 1988, por el M.I. Ayuntamiento de Castalla. Tan sólo cuatro años antes, un estudio interdisciplinario arqueológico, arquitectónico e histórico, había iniciado las bases para su valorización y recuperación estructural y cultural.
Entre 1997 y 1999, las excavaciones arqueológicas en el Palacio y el Patio de Armas permitieron profundizar en el conocimiento del castillo y las gentes que lo habitaron. Pero, sin lugar a duda, las actuaciones más visibles fueron las de carácter arquitectónico, realizadas entre los años 2003 y 2006. Éstas permitieron recuperar la fortaleza como un espacio a disposición de la sociedad.
Principales elementos del Castillo de Castalla
El Patio de Armas
El Patio de Armas es el espacio central del castillo y está delimitado por dos lienzos de murallas que conectan el Palacio con la Torre Grossa.
La muralla este, que da a la población, es en la que se ubica la actual puerta de acceso a la fortaleza.
La muralla oeste, que da a la Sierra de Castalla, conserva merlones (almenas) originales a partir de los cuales se reconstruyeron el resto.
Las antiguas estructuras del Patio de Armas corresponden a espacios de almacenaje, abrevaderos, cobertizos y/o establos, así como viales para el tránsito de personas y animales. En la parte central se ubica el aljibe, que data del siglo XI y cuyo interior se puede visitar.
Torre Grossa
Tal vez sea la Torre Grossa el elemento más emblemático hoy en dia para la ciudadanía de Castalla, ya que una representación de la misma aparece en el escudo de la villa.
La denominación popular hace referencia al grosor de los muros de esta torre del homenaje de dos plantas, cuya construcción es la más tardía del Castillo, edificada en 1529.
Se sitúa en el extremo sur del castillo y su planta es circular, contando con dos alturas y algunos elementos decorativos, como una gárgola (apenas visible hoy en día).
Palau / Palacio
Esta residencia señorial o domus maior fue diseñada incorporando elementos defensivos, algunos de ellos imperceptibles, así como recorridos internos distribuidos en tres plantas, que cumplían con tal función.
El edificio está construido en torno a un patio central alrededor del cual se situaban los almacenes, la cocina y el cuerpo de guardia y desde donde se accedía a la planta superior, en la cual se situaban los aposentos de los nobles.
En la actualidad acoge un espacio expositivo con cerámicas encontradas en el castillo y cedidas por el MARQ, así como una recreación de las estancias señoriales propias de la Edad Media.
Visitas al Castillo de Castalla
Las visitas al Castillo de Castalla cuentan con un centro de recepción de visitantes a los pies de la fortaleza, el cual actúa también como punto de información turística de la población.
El recorrido se realiza por libre gracias a los paneles interpretativos, existiendo además audioguías en diferentes idiomas a disposición de los visitantes. Asimismo, el castillo dispone de tres audiovisuales que nos ayudarán a comprender el contexto y la importancia histórica de esta fortaleza.
Horario de Visitas
Viernes a Domingo, de 10:00 a 14:00 horas.
Precio: 3 euros adultos y 2 euros: jubilados, carnet joven, estudiante, familia numerosa. Solo se acepta pago con tarjeta. Los niños menores de 7 años, gratis.
Visitas guiadas: solo previa reserva y para grupos de mínimo 15 personas. Precio: 5€.
Grupos escolares e institutos: visitas guiadas previa reserva todos los viernes.
Los menores de 16 años han de ir acompañados por padre, madre o tutor.
Mas información en la web de Turismo de Castalla.
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